Trabajar entre primos en una empresa familiar siempre suele ser más difícil que trabajar con los hermanos. Los nietos del fundador (la tercera generación de la familia) pueden tener más dificultades de unión y visión compartida que los hermanos (la segunda generación familiar), donde el vínculo es mucho más intenso.
A diferencia de los hermanos, los primos no comparten tantas experiencias. Crecen en hogares separados y, evidentemente, tienen distintos padres, con cónyuges que ya no proceden del núcleo familiar inicial de los hermanos. Por ello, los miembros de las distintas ramas familiares seguramente tendrán valores distintos, en buena parte por la influencia de los cónyuges en la educación de los hijos.
Todo lo anterior generalmente hace que, cuando crecen, los primos ya no tienen el mismo nivel de fraternidad, fidelidad, intimidad y unión que los hermanos, si bien el cariño y la amistad entre ellos también puede ser muy fuerte. Ya de mayores, sus respectivas parejas también influirán en su forma de ser, lo que puede distanciarlos de los demás primos.
Por último, un aspecto positivo en las relaciones entre primos es que vemos es que hay menos rivalidades que las que se suelen dar entre hermanos. Esto puede facilitar el hecho de trabajar entre primos.
La empresa familiar en consorcio de primos
En la etapa del consorcio de primos, la familia ya está en un ciclo generacional avanzado. Es entonces cuando se produce la diversidad y el aflojamiento de los lazos familiares, así como el alejamiento respecto de la empresa familiar.
La pasión y visión compartida por la empresa familiar se puede ir diluyendo por falta de implicación o de transmisión de valores en algunas de las ramas de la familia empresaria. Algunos primos pueden incorporarse a trabajar en la misma, pero muchos otros tendrán otras vocaciones y se desvincularán de la gestión del proyecto común.
Además, en algunos casos, el hecho de haber visto problemas en las relaciones de la segunda generación (entre los hermanos hijos del fundador) también incrementará este distanciamiento respecto de sus primos y del negocio.
Claves del éxito del trabajo entre primos
Nuestra primera recomendación para trabajar entre primos con éxito es tener un Consejo de Familia. Este órgano es clave para mantener una comunicación transparente y fluida con los demás familiares accionistas (padres, tíos, hermanos y primos) y para canalizar la transmisión de valores. Además, dependiendo del caso de cada empresa familiar y familia empresaria, puede ser pertinente también una Asamblea Familiar en el ámbito familiar y un Consejo de Administración o un Consejo Asesor en el ámbito empresa.
En segundo lugar, es importante trabajar para que todos sientan los colores y exista visión compartida y unos valores comunes, cosa que requiere de mucha comunicación y de unas reglas claras. Es cierto que casi siempre existirán ligeras diferencias que deberemos aceptar, pero si queremos trabajar entre primos necesitaremos unión, empatía, confianza, tolerancia y respeto. Poco más podemos deciros que no os hayamos dicho ya de estos cinco valores imprescindibles para las empresas familiares.
Para acabar, recordad que para profesionalizar el negocio familiar puede ser necesario que no todos los primos estén en la gestión del negocio. En estos casos, será necesario que los que no trabajan en el mismo sepan ser accionistas responsables y capital paciente y estén comprometidos con la continuidad de la empresa familiar. Para ello, será importante estudiar la política de dividendos, para que sea acorde a las expectativas de los socios.
Aun así, a pesar de los esfuerzos de todos, en algunas familias empresarias, probablemente deberemos buscar fórmulas para podar el árbol. El objetivo será ofrecer una salida a estos primos y/o a sus ramas que satisfaga sus necesidades de liquidez y salvaguarde la eficacia empresarial y la armonía familiar.