Como familia que busca el éxito empresarial y la armonía familiar, a medida que el negocio crece en complejidad, la profesionalización de la empresa familiar se convierte en un elemento clave para la competitividad, el crecimiento, y la búsqueda de la excelencia.
Es cierto que los problemas derivados de la relación familia-empresa suelen ser los que más preocupan a las empresas familiares. Sin embargo, no hay que olvidar que también es importante trabajar para una buena gestión del negocio. Cuando un negocio se profesionaliza, lo que hace es pasar del modelo del fundador, muchas veces basado en la visión y la intuición, a un modelo basado en la planificación estratégica, la gestión por objetivos y el trabajo en equipo con profesionales no familiares. A partir de este punto, pesarán más los resultados que los apellidos. Y los años en la empresa deberán ir acompañados de eficiencia.
Generalmente, cuando se aborda el proceso de profesionalización de la empresa familiar, los dos primeros pasos que suele dar la familia son: incorporar al negocio a profesionales no familiares y poner en marcha los órganos de gobierno.
Primeros pasos hacia la profesionalización de la empresa familiar
Cuando una empresa familiar se profesionaliza, el equipo ya no está formado solo por familiares ni los puestos de dirección están reservados únicamente para ellos. Con la profesionalización, los puestos de trabajo son para los mejores profesionales de nuestro sector que nos podamos permitir contratar, sean o no de la familia. Con ello conseguiremos aportar excelencia a las funciones esenciales y reforzar las áreas del negocio que puedan tener carencias o limitaciones.
Ahora bien, es cierto que si la familia puede dotar a la empresa de un profesional a la altura de las exigencias del cargo disponible, el ser miembro de la familia es un plus, ya que los trabajadores familiares suelen demostrar una mayor motivación y compromiso.
Otro paso hacia la profesionalización de la empresa familiar es la formación de órganos de gobierno efectivos, que vendrán determinados por la naturaleza y complejidad de la empresa y de la familia. A partir de este punto, las decisiones las adoptaremos a través de los órganos pertinentes (Consejo de Administración, Comité de Dirección, Consejo de Familia o Junta General de Accionistas). Por esta razón, será imprescindible el buen funcionamiento de cada uno de ellos y tratar en cada foro los temas adecuados.
La profesionalización de la empresa familiar no es un proceso sencillo. Por ende, os recomiendo que sea una persona de la familia, preparada y formada, quién lidere el proceso. Además, es importante que aprovechéis el conocimiento que puede seguir aportando la generación saliente, posiblemente desde el gobierno de la sociedad, y las buenas prácticas y el saber que os pueden traer los profesionales externos.
2 respuestas a “De negocio a empresa familiar profesionalizada”
[…] solo lo recomendamos cuando se llega a un cierto tamaño o complejidad, en aras de una mayor profesionalización. Al final, siempre es decisión de la familia empresaria ponerlo en marcha o no. En empresas mucho […]
[…] este artículo sobre el Buyer Persona nos adentraremos en el campo del marketing. Pensando en la profesionalización de la empresa familiar, es fundamental trazar una estrategia empresarial sólida que nos permita llegar a los clientes […]