Para los niños, es muy importante recibir educación financiera para aprender a gestionar, desde bien pequeños, sus finanzas. Recibir este tipo de conocimientos les ayudará a entender el funcionamiento del dinero para administrarlo correctamente a corto, medio y largo plazo. Asimismo, les permitirá evitar situaciones futuras de sobreendeudamiento o de derroche que, más adelante, les dificulten tener una buena calidad de vida por falta de recursos.
En edades tempranas, los infantes tienen una gran capacidad de aprendizaje porque, tal y como se suele decir, son esponjas. Por ello, pueden retener buena parte de la educación financiera y de las nociones sobre empresa familiar que les enseñemos o mostremos con el ejemplo, siempre que estén adaptadas a su edad.
Sin embargo, la educación financiera no es una materia que podamos delegar en la escuela, pues la responsabilidad con el dinero es algo que deben ver y aprender dentro la familia. La educación financiera empieza con el ejemplo en casa y atreviéndonos a hablar sobre ello con los hijos desde que son pequeños, y, en nuestra opinión, cuánto antes empecemos, mucho mejor. Aun así, sabemos que todo aquello relativo a la educación es un tema muy personal de cada familia y respetamos completamente a quienes decidan muy válidamente no tratar el tema económico con sus hijos.
Conocimientos de educación financiera en empresas familiares
En primer lugar, para quienes decidan hablar de ello, hemos recopilado una serie de temáticas de educación financiera que es importante tratar con los miembros de la siguiente generación. Para ello, nos hemos basado en el artículo Perspectives on Responsible Ownership de Institute for Family Business:
- Cómo hacer una planificación y seguimiento del dinero, llevando un control de gastos e ingresos.
- Cómo ahorrar, para hacer frente a imprevistos y también para invertir.
- Cómo cobrar lo que uno vale, en la empresa familiar y fuera de ella.
- Cómo gastar sabiamente y con prudencia.
- Cómo hablar de dinero.
- Cómo establecer y ceñirse a un presupuesto.
- Cómo invertir con cabeza en activos que generen rentabilidad.
- Cómo desarrollar una mentalidad emprendedora, tanto en la empresa familiar como fuera de ella.
- Cómo manejar el crédito.
- Cómo usar el dinero para causas filantrópicas. Esto incluye hablar de la contribución que se hace a la sociedad desde la empresa familiar.
Otras actividades para fomentar la educación financiera
En segundo lugar, una actividad que puede contribuir a la educación financiera de los niños es el regalarles una hucha para que aprendan a ahorrar. También, el hecho de darles una pequeña paga, semanal o mensual, es una buena estrategia para que aprendan a administrar su propio dinero. Más adelante, cuando ya sean adolescentes, se les puede abrir una cuenta bancaria para que la gestionen bajo nuestra supervisión.
Por último, pensando en cuando ya son casi adultos, el Consejo de Familia adquirirá un papel relevante. Este órgano se encargará de seguir fomentando la educación financiera y la formación de los accionistas y futuros accionistas de la empresa familiar. Esta función la podría asumir el Comité Junior, si se dispone de él.
Por su parte, si la familia tiene Asamblea Familiar, esta también será un foro muy útil para acercar la empresa familiar a los niños de la familia e informarlos sobre el proyecto empresarial, entre otras funciones.