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Cultura de la transparencia en la empresa familiar

¿Por qué nos cuesta tanto ser transparentes en la empresa familiar?

Cultura de la transparencia en la empresa familiar

Ser transparentes no solo significa compartir datos. La transparencia en la empresa familiar es una cualidad que está ligada a mantener una comunicación fluida en la empresa y con la familia y a que exista confianza entre los miembros de la familia empresaria. Y, muchas veces, también a que haya generosidad para informar y hacer partícipes a los demás de la toma de decisiones. Se trata de un aspecto clave para contribuir a la eficiencia empresarial y la armonía familiar.

Dicho esto, es cierto que, a veces, nos encontramos con familias en las que los miembros no son transparentes o les cuesta mucho serlo. Puede resultar chocante o pillarnos por sorpresa el ver que, a pesar de que somos familia, la comunicación no fluye y la información no se comparte, pero lamentablemente ocurre…

Por qué no hay transparencia en la empresa familiar

Hay varias razones que dificultan que haya transparencia en la empresa familiar. Por un lado, puede ser porque es lo que hemos aprendido, porque no vemos necesario ser transparentes, porque la necesidad de agilidad en el día a día se impone… Por otro lado, puede deberse a que no tenemos los dotes necesarios para afrontar conversaciones difíciles o porque no hay órganos de gobierno formales en los que tratar determinados temas y compartir la información.

Seguidamente profundizaremos en dos casos concretos: la ausencia de transparencia entre hermanos y con los familiares que no trabajan en el negocio.

El consorcio de hermanos

Un caso común en el que falta transparencia en la empresa familiar es el de un recién estrenado consorcio de hermanos. Normalmente esto se explica por qué los miembros de la segunda generación han aprendido y están replicando, sin ser del todo conscientes de ello, el modelo de la generación anterior.

En la sociedad de fundador, el fundador no tenía la obligación, ni muchas veces tampoco la necesidad, de compartir la información y la toma de decisiones con nadie, ya que era el único propietario. Pero esto ahora ha cambiado. La siguiente generación debe aprender a ser transparente porque la propiedad es compartida y esto requiere de muchísima comunicación.

Esto lo vemos incluso con los consejeros independientes. A veces los hermanos no son del todo transparentes con ellos, impidiendo que puedan ejercer adecuadamente su función y aportar todo el valor que podrían.

Los familiares que no trabajan en el negocio

Ya hemos hablado en otros artículos sobre lo importante que es mantener informados a los accionistas que no trabajan en la empresa familiar. Pero sabemos por experiencia que esto no siempre se cumple y que en general falta transparencia con los propietarios que trabajan fuera del negocio. Esto se suele deber a que no hay órganos de gobierno o a que estos solo existen “sobre el papel” y no se celebran sus reuniones, por lo que la información no fluye y no hay ni comunicación ni confianza.

En estos casos, necesitamos el compromiso de todos para que los órganos de gobierno sean efectivos, se respeten y cumplan con su función. Al final, del buen funcionamiento de estos órganos depende la buena gestión y la transparencia de la empresa familiar.

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