Siempre os decimos que realizar un Protocolo familiar es algo que debe hacerse a medida de la empresa y de la familia. El Protocolo familiar no es algo que se compre o se venda como un modelo, sino que lo elaboramos según vuestras circunstancias. Por ello, debemos conoceros bien, para poder ayudaros a consensuar el contenido del documento, teniendo en cuenta todos los factores que pueden influir en el mismo.
Cuando comenzamos a realizar un Protocolo familiar, concertamos una serie de entrevistas iniciales para recabar más información sobre los factores que señalaremos a continuación. No obstante, esto no significa que os preguntemos específicamente por cada cuestión a modo de interrogatorio, ni tampoco que necesitamos conocer todos los detalles de todos los puntos, pero sí que debemos quedarnos con una idea general. En caso de que haya algún asunto importante, nos detendremos en él y seréis vosotros mismos los que profundizaréis y nos explicaréis lo que sea relevante.
Factores de empresa a valorar al realizar un Protocolo familiar
En cuanto a la empresa, es importante conocer:
- La visión, misión, propósito y valores de la empresa familiar.
- El tamaño y complejidad de la compañía y el tipo de sociedad. Esto abarca conocer el entramado empresarial (número de compañías), sector al que pertenece, mercados en los que opera…
- El ciclo vital de la empresa (nacimiento, crecimiento, madurez o estabilización…) y el DAFO. También necesitamos saber si actualmente hay estabilidad empresarial y es un buen momento para realizar un Protocolo familiar.
- El sistema de Administración hasta la fecha. Puede ser administrador único, dos o más administradores mancomunados, dos o más administradores solidarios o un Consejo de Administración.
- El grado de profesionalización actual. Debemos conocer si disponéis de otros órganos de gobierno (p.ej. Comité de Dirección), si tenéis un Plan estratégico, si contáis con profesionales de fuera de la familia en posiciones clave, el organigrama…
- Posibles pactos privados entre los socios, en especial respecto a la transmisión de las participaciones y/o acciones (derecho de acompañamiento o tag along y derecho de arrastre o drag along). También es importante valorar lo pactado en referencia al régimen de separación voluntaria.
Factores de familia a valorar al realizar un Protocolo familiar
- La visión, misión, propósito y valores de la familia empresaria.
- El tamaño y complejidad de la familia, así como las personas clave dentro de la misma. Para visualizarlo mejor, es muy útil utilizar un genograma en el que se señale la generación en la que os encontráis, el número de ramas de cada familia, las edades de los miembros, los líderes empresariales y familiares…
- Las relaciones entre los miembros. Esto incluye tanto alianzas como conflictos presentes y pasados.
- Los estilos de comunicación individuales y como familia. Asimismo, tendremos en cuenta vuestras distintas personalidades, formas de ser y de ver la vida.
- En ciclos de vida avanzados, valoraremos el grado de profesionalización de la familia empresaria (órganos de gobierno familiares, formación de los familiares como accionistas responsables, etc.).
Otras cuestiones importantes al realizar un Protocolo familiar
- Prioridades, necesidades y preocupaciones individuales y como familia.
- Antecedentes e historia de la empresa y de la familia, con sus hitos, sus éxitos y sus dificultades
- Patrimonio: Otros activos disponibles en la familia y nivel de vida de sus miembros.
- Existencia o no de testamentos.
- Regímenes matrimoniales.
En conclusión, para realizar un Protocolo familiar a vuestra medida necesitamos recabar mucha información sobre la empresa familiar y la familia empresaria. Solo así conseguiremos consensuar y preparar un documento vinculante para todos, ajustado a vuestro caso concreto. Y esta personalización es precisamente lo que explica por qué redactarlo es un proceso que requiere de varias semanas.
