Desgraciadamente, las peleas en Navidad en las familias empresarias son algo muy habitual. Los lectores asiduos a este blog ya sabréis que las empresas familiares tienen muchos factores positivos, pero también tienen un talón de Aquiles: el hecho de mezclar los negocios con las emociones familiares. Esta característica aumenta el riesgo de que se desencadenen conflictos y dificulta la continuidad de los negocios familiares.
Este riesgo se acentúa durante las fiestas navideñas, cuando durante varios días seguidos se juntan familiares que en su día a día ya comparten mucho tiempo de trabajo juntos y soportando la presión que supone sacar adelante un negocio. Este contacto familiar más intenso y superior al habitual aumenta exponencialmente las posibilidades de que estalle un conflicto durante las múltiples festividades navideñas, como Nochebuena, Navidad, San Esteban en Cataluña, Nochevieja, Reyes… Y lo mismo también ocurre durante las vacaciones de verano o incluso los días de Semana Santa.
Las discusiones sobre el negocio familiar durante las comidas y cenas navideñas pueden hacer que las relaciones familiares y el ambiente de trabajo en la empresa familiar se resientan tras las fiestas. Los detonantes de estas peleas en Navidad pueden ser varios. En general, suelen girar en torno a uno de los siguientes asuntos: el compromiso, la dedicación, la falta de información a los familiares accionistas que no trabajan en el negocio familiar, a los coches de empresa o al reparto de dividendos, entre otros temas.
Además, la presencia o participación de la familia política y de la familia extensa que no trabaja en la empresa en estas conversaciones suele acrecentar las discusiones, sobre todo si hay alcohol de por medio.
¿Es posible evitar las peleas en Navidad?
Como es evidente, nunca podremos eliminar por completo el riesgo de que un comentario, un malentendido o un debate escale hasta convertirse en un conflicto. Pero sí que podemos tomar pasos para minimizar este riesgo.
Para prevenir en la medida de lo posible las peleas en Navidad, la familia empresaria debería hacer el esfuerzo de evitar hablar sobre la empresa familiar. Igual que ya hacemos con otros temas polémicos, como la política, el deporte o las creencias religiosas, hay que intentar no hablar del negocio durante las fiestas, porque puede ser una fuente innecesaria de conflictos. A nuestro parecer, este es el consejo más importante que podemos daros y que habría que respetar durante las señaladas comidas y cenas navideñas, que deberían ser un momento social solo para la familia.
Asimismo, os recomendamos vigilar las distribuciones de las mesas en las cenas y comidas navideñas. El objetivo es evitar que personas con opiniones contrapuestas, con relaciones dañadas o que tienden a discutirse, se sienten juntas, ya que aumentarían las posibilidades de enzarzarse en una conversación polémica.
Por último, otro consejo que puede ayudar a evitar las peleas en Navidad es el ser más tolerantes, empáticos y dialogantes con la familia, además de medir bien las palabras que decimos y no dejar que cualquier comentario nos ofenda.