Según algunos estudios académicos, podemos clasificar los diferentes modelos de gestión de la empresa familiar en 6 tipos. Se diferencian según distintas características, como el nivel de complejidad de empresa y familia, el tamaño del negocio, el número de familiares que participan en la gestión y la dirección de la empresa familiar o el grado de profesionalización de esta.
Hasta ahora, en nuestro blog os habíamos hablado de tres tipos de empresa familiar clasificados según la generación de la familia que es propietaria. Estas son: Empresa de fundador (que suele coincidir con la primera generación de la familia), Sociedad de hermanos (habitualmente, segunda generación) y Consorcio de primos (tercera generación y siguientes). En este artículo, no obstante, nos centraremos en la estructura del negocio para hablaros de los 6 modelos de gestión de la empresa familiar.
Antes de empezar, queremos hacer hincapié en que es cierto que, en algunos casos, las distintas etapas se sucederán una detrás de otra, ya que conforme crece la complejidad del negocio, también lo hace la necesidad de optar por modelos de gestión más profesionalizados y de ordenar su estructura. Sin embargo, hay que tener presente que no son etapas cronológicas que tengan que sucederse necesariamente una tras otra en el tiempo, sino que responden a diferentes necesidades y tipos de empresa familiar.
6 modelos de gestión de la empresa familiar
Modelos de gestión de la empresa familiar no profesionalizados
- Modelo del Capitán: En el primero de los modelos de gestión de la empresa familiar que explicaremos, el fundador o fundadora es quien ostenta en exclusiva todo el control. Los fundadores toman las decisiones, dirigen la empresa y son los únicos propietarios. Se trata de negocios en primera generación, sin más familiares, habitualmente de tamaño muy pequeño y poco profesionalizados.
- Modelo del Emperador: En este caso, los fundadores siguen al mando y ostentando el poder. No obstante, también hay algunos miembros de la siguiente generación dentro del negocio y participando en la gestión del día a día. Se trata, pues, de un paso más que el modelo anterior. Los hijos y sobrinos tienen parte de las participaciones o acciones y, además, se han formado para trabajar en la empresa. Sin embargo, como decíamos, el papel del líder sigue estando muy marcado: es el guía de la empresa familiar sin el cual probablemente el negocio no sobreviviría.
- Modelo de Equipo Familiar: El componente familiar tiene más peso en este modelo de gestión. Esto lo vemos en el mayor número de miembros de la familia y la familia extensa que participan en la gestión del negocio. Muchos de ellos son propietarios, además de trabajadores. El grado de compromiso es alto, existe el sentimiento de legado familiar y la estructura está más desarrollada. Aun así, todavía no se ha avanzado mucho en la profesionalización. Este modelo sigue siendo más común en pymes familiares.
Modelos de gestión de la empresa familiar profesionalizados
- Modelo de Familia Profesional: Este modelo se caracteriza por la profesionalización y por una gestión más sofisticada. Solemos verlo en compañías de mayor complejidad y de tamaño mediano. El crecimiento del negocio se ha hecho en torno a una estructura de empresa familiar bien desarrollada. Así, aunque el número de familiares que participan en la empresa suele ser menor que en el modelo emperador y equipo familiar, estos están muy profesionalizados y ocupan puestos en la dirección. Se trata de lo que conocemos como “familia gestora”.
- Modelo de Corporación: Aquí no solo crece la complejidad de la compañía, sino también la de la familia propietaria. La necesidad de una dirección muy profesionalizada hace que, en muchos casos, se escoja a profesionales ajenos a la familia para dirigir la compañía. Así, los familiares salen del día a día y se trasladan a los órganos de gobierno, si bien se mantienen como propietarios. También es posible que algunos de ellos sigan trabajando en el negocio con cargos de cierta responsabilidad, pero generalmente no al frente de la dirección.
- Grupo de Inversión Familiar: Llegamos al último de los modelos de gestión de la empresa familiar. Aquí se trata de familias de alta complejidad que invierten conjuntamente en distintos negocios. Los familiares no participan en la gestión ni en la dirección de la empresa familiar, sino que participan solo mediante su patrimonio.