La transmisión de la propiedad de la empresa familiar es una de las cuestiones que hay que abordar en un proceso de relevo generacional. Desde el punto de vista legal, por transmisión de la propiedad entendemos el cambio de titularidad de las acciones o participaciones. Es, por tanto, el traspaso efectivo de la empresa familiar y, en la práctica, suele implicar un aumento del número de propietarios.
La transmisión de la propiedad implica ceder formalmente los derechos económicos y políticos de la empresa familiar. Estos son:
- Derechos económicos. Derecho a recibir dividendos en proporción al porcentaje de propiedad, derecho de suscripción preferente y derecho a la cuota de liquidación.
- Derechos políticos. Derecho de información, derecho de asistencia y voto en la Junta General de Socios o de Accionistas y decisión de la dirección estratégica, entre otras. Por tanto, el hecho de ser propietario es lo que permitirá poder decidir sobre cuestiones relevantes que afecten a la empresa familiar.
Cuándo realizar la transmisión de la propiedad de la empresa familiar
A la hora de ceder la propiedad, es posible hacerlo en distintos momentos:
- Generalmente, se suele traspasar primero la gestión del negocio y, posteriormente, se realiza la transmisión de la propiedad de la empresa familiar. Es decir, los padres ceden la dirección, pero siguen siendo los propietarios del negocio, posiblemente hasta que fallezcan. Esto permite que la generación saliente mantenga el control y tenga la mayoría en la Junta general. Así, a pesar de desvincularse del día a día, podrá seguir teniendo influencia en la estrategia y en las decisiones de más impacto de la empresa familiar desde los órganos de gobierno, mientras que la nueva generación va asumiendo la dirección ejecutiva. Además, esta fórmula permite a los padres tener un sostén económico y de liquidez cuando se jubilen.
- También es posible la cesión simultánea de la totalidad de la propiedad y de la gerencia. En Family Business Solutions solemos recomendar a los padres ser precavidos y no deshacerse de todas las acciones o participaciones antes de su muerte ni hacer el relevo generacional de golpe. Lo que sí que es habitual y más adecuado es que, durante el proceso de relevo, los hijos reciban un pequeño paquete de acciones o participaciones y se planifique cómo se hará la transmisión de la propiedad de forma completa más adelante.
- Otra alternativa -más inusual- es que los padres cedan en vida la totalidad de la propiedad a los hijos, pero que sigan estando ellos al frente de la dirección del negocio. Igual que en el caso anterior, no solemos recomendar que los padres cedan todas las acciones o participaciones ni hacer el relevo generacional de golpe.
Cómo realizar la transmisión de la propiedad de la empresa familiar
Existen dos vías para transmitir la propiedad. Para saber cuál de ellas es más adecuada a vuestro caso y, sobre todo, más ventajosa desde el punto de vista fiscal, es recomendable consultarlo previamente con un experto en fiscalidad de empresas familiares.
Por un lado, la transmisión de la propiedad de la empresa familiar puede realizarse por actos inter vivos. Puede realizarse mediante una compraventa de las acciones o participaciones -el beneficiado paga un precio- o mediante una donación -las recibe de forma gratuita-.
Por otro lado, puede ser mortis causa, es decir, a causa de un fallecimiento. Esto consiste en dejar en un testamento como herencia o legado las acciones o participaciones. También se puede transmitir la propiedad mediante Pactos Sucesorios en aquellas comunidades autónomas en las que están permitidos. En los tres casos, cuando se produce la muerte del titular (padre, madre, tío, tía, abuelo, abuela…), las acciones o participaciones pasan a manos del miembro de la siguiente generación.
Si tienes cualquier duda sobre la transmisión de la propiedad de la empresa familiar, no dudes en contactarnos.