Ya hace un tiempo que reflexioné en un artículo sobre si los familiares accionistas que no trabajan en la empresa familiar son los grandes olvidados del negocio y de la familia.
Mantener una comunicación fluida y transparente en la empresa y con la familia es clave para mantener la armonía familiar. Y esto adquiere si cabe más importancia cuando se trata de los familiares accionistas que no trabajan en la empresa.
Cuando la sociedad de hermanos evoluciona a un consorcio de primos, es frecuente encontrarnos con que la propiedad del negocio está bastante dividida y con que no toda la familia participa de la gestión de la empresa familiar. En este punto pueden producirse desavenencias si los familiares accionistas, faltos de información y alejados emocionalmente del negocio, se preocupan solo de la capacidad de la empresa de repartir dividendos. Esto podría chocar con la visión de los familiares gestores, que ven más oportuno reinvertir los beneficios en la empresa familiar para que siga creciendo.
Por qué (in)formar a los familiares accionistas
Esta situación puede llegar a crear tensiones entre los familiares que trabajan en la empresa y los que no trabajan en ella, fruto de la asimetría de información de que disponen. Y, por este motivo, es importante mantener (in)formados de la gestión del negocio a los familiares accionistas.
Por un lado, hay que establecer canales de comunicación fluidos y transparentes a través de los órganos de gobierno o a través de un asesor externo de confianza, sin dejar que el ritmo frenético del día a día nos haga olvidarnos de la necesidad de informar a los familiares no accionistas. Por otro lado, hay que prepararlos para que conozcan los aspectos claves del negocio, su DAFO y el plan de empresarial de futuro. Y todo esto teniendo presente que no todos los familiares tienen los mismos estudios ni la misma preparación académica.
Convertir a los accionistas familiares en accionistas bien informados y comprometidos con el éxito del proyecto empresarial contribuirá, sin duda, a caminar en la misma dirección empresarial y a aumentar la armonía familiar.
En definitiva, invertir en informar y formar a los familiares accionistas ayudará a generar confianza, a evitar conflictos familiares y a resolverlos cuando surjan, para evitar que trasciendan a la evolución del negocio. Al final, comunicación y confianza están íntimamente relacionadas.
2 respuestas a “La inversión de (in)formar a los familiares accionistas que no están en la gestión del negocio”
[…] habéis podido comprobar, no es un tema sencillo. Por ello, es muy recomendable tener unos mínimos conocimientos financieros y nociones sobre los distintos componentes de las cuentas anules de la empresa familiar. De hecho, […]
[…] por qué suele surgir este sentimiento? Normalmente, porque fallan los mecanismos de información y no se comparte la evolución del negocio. La comunicación, que puede parecer poco importante, […]