Muchas veces he hablado con vosotros sobre los celos entre hermanos y hermanas. Es un tema que sé que os preocupa, sobre todo cuando vosotros como padres os habéis esforzado por tratarles de igual manera. ¿Por qué surgen los celos? ¿Son inevitables entre hermanos? ¿De dónde vienen estos sentimientos de inferioridad, hostilidad y resentimiento? ¿Las rivalidades entre los hijos son una sentencia de muerte para la empresa familiar?
¿Cuál es el origen de los celos entre hermanos?
Los hermanos suelen tener mayor rivalidad que los primos porque en cierta manera compiten por el cariño y la atención de sus padres. La envidia a menudo tiene su semilla en la niñez. Surge cuando uno de los hermanos siente o percibe que el otro u otros son tratados mejor por los padres, que le prestan más atención o que simplemente le prefieren. Si bien que exista cierta pelusa entre hermanos es normal, cuando esto se prolonga en el tiempo y se enquistan estos sentimientos, aparece el monstruo de la envidia.
Los celos entre hermanos también denotan cierta falta de confianza en uno mismo y en la relación con los padres. El hermano celoso en el fondo se siente amenazado y surge el miedo a que le “roben” su posición y a perder la estima de los padres. Los celos enmascaran el temor a no poder conseguir lo que poseen sus hermanos, a ser menos capaz o a ser dejado de lado por los progenitores. Esta inseguridad hace nacer emociones tóxicas como el rencor, el resentimiento, la amargura, la animadversión y provoca enfrentamientos frecuentes entre los hermanos.
¿Hemos hecho algo para que nuestros hijos sientan celos?
Es importante recalcar que los celos entre hermanos surgen de una percepción individual, ya sea de abandono, de exclusión o de desatención. Es una impresión subjetiva, casi nunca real, y no significa que los padres quieran más o menos al hijo celoso.
Aun así, somos humanos y es cierto que podemos tener más afinidad con alguno de nuestros hijos y que existen las etiquetas familiares. Esto a veces se puede traducir en algunos agravios comparativos y en conductas inconscientes de los padres que provocan o empeoran los celos entre hermanos.
Para intentar evitar en la medida de lo posibles que surjan celos entre hermanos, empeoren o se conviertan en un problema grave en el futuro para la empresa familiar, os recomendamos que seáis especialmente vigilantes con los siguientes comportamientos: la preferencia por que el primogénito/a sea el sucesor de la empresa familiar, el favoritismo al hijo con el que nos entendemos más, los mimos o la sobreprotección al pequeño/a de la familia, consentir más al hijo/a que lo ha tenido más difícil en la vida o estar encandilados por el carisma de alguno de los hermanos…