Dadas las circunstancias, en este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, no veremos las multitudinarias manifestaciones de años anteriores. Pero las reivindicaciones y clamos por reducir la brecha de género y conseguir la igualdad siguen siendo las mismas y estando al orden del día.
Debido a la Covid-19, la brecha de género salarial entre hombres y mujeres, en líneas generales, ha empeorado en España, puesto que ellas han sufrido en mayor medida los efectos adversos de la pandemia. Las mujeres han sufrido una pérdida de salario mayor (-14,9%) que los hombres (-11,3%), según el informe global sobre salarios de la Organización Internacional del Trabajo. Esto ha sido a causa de la supresión de puestos de trabajo y, principalmente, de la reducción de horas trabajadas.
Sin embargo, tenemos buenas noticias para las empresas familiares. Tras analizar la situación de las más de 170 empresas con las que hemos trabajado, podemos decir que las mujeres que trabajan en empresas familiares no han sufrido una pérdida de salario más acentuada que los hombres. Salvo en los sectores más afectados por la pandemia, el empeoramiento de la brecha de genero fruto de la Covid-19 ha afectado menos a la empresa familiar.
La brecha de género en la empresa familiar
Nos enorgullece formar parte de un sector y trabajar con empresas familiares tan comprometidas con la igualdad de género. Nos consta que nuestros clientes no han aprovechado los estragos de la pandemia para aumentar la brecha salarial hombres-mujeres. De hecho, hemos visto en clientes que han podido incrementar salarios al estar menos expuestos a los efectos de la pandemia o bien que han contratado talento femenino, se ha seguido reduciendo la brecha salarial.
Es cierto que sí que ha habido empresas familiares que han sufrido un mayor impacto por la Covid-19 y las consiguientes restricciones, por lo que han tenido que recorrer a ERTEs o a reducir las horas de trabajo. Ahora bien, estas medidas han afectado por igual a hombres y mujeres. En las empresas familiares con las que trabajamos no ha habido ningún trato discriminatorio en este sentido.
A diferencia de lo que está ocurriendo en otros tipos de compañías, las empresas familiares siguen avanzando poco a poco en la reducción de la brecha de género a pesar de la pandemia, especialmente en aquellas empresas familiares que están ubicadas en grandes ciudades. Si bien en algunas de estas compañías las mujeres todavía tienen sueldos más bajos que los hombres, incluso en los puestos de alta dirección, esta diferencia se está reduciendo.
Asimismo, también hemos detectado que la sensibilidad por equiparar los salarios de hombres-mujeres, mejorar la conciliación laboral y reducir la brecha de género es superior en aquellas empresas familiares en las que mujeres miembro de la familia empresaria han llegado a posiciones directivas o dentro del órgano de administración.