¿Cuánto puede costar un Protocolo familiar?

Si estáis leyendo este artículo, probablemente queréis saber cuál es el precio del Protocolo familiar. Aquí os daremos alguna pista, aunque ya os anticipamos que la pregunta debería formularse de otra manera. ¿Cuál sería el coste para la familia empresaria si no acierta a la hora de elegir con quién hace el Protocolo familiar?

Por un lado, debemos tener presente que es un error entender por Protocolo familiar únicamente el documento legal que se acaba firmando. Hay que entender el Protocolo familiar como un proceso que supone varios meses de trabajo con muchas horas de consultoría.

Antes del texto legal, hay que invertir tiempo con la familia para consensuar la visión compartida y los escenarios de continuidad. A continuación, hay que redactar el acuerdo marco que se acabará firmando y ayudar a la familia en la puesta en marcha de los órganos de gobierno empresariales y familiares y, si ya existen, en su buen uso. Por último, hay que cerciorarse de que los documentos complementarios, es decir, estatutos, testamentos, etc., están alineados con el Protocolo familiar.

Por otro, debemos tener claro que cada familia es distinta y que no existe un precio estándar. En el precio del Protocolo familiar incidirá, entre otros aspectos, el momento generacional, el número de participantes en la generación entrante y saliente, la existencia o no de conflicto, la complejidad empresarial y la existencia o no de órganos de gobierno empresa-familia.

¿Cuál es el precio del Protocolo familiar?

En los muchos años que hace que nos dedicamos a trabajar con familias empresarias, hemos detectado que el precio del Protocolo familiar puede oscilar desde los cinco mil euros, el más económico, hasta los cuarenta mil, el más caro. Más adelante os daremos nuestra opinión sobre cuál debería ser, a nuestro entender, la franja más razonable. Pero, antes, nos gustaría explicar antes por qué se pueden dar estas diferencias tan grandes.

En cuanto a la franja baja que hemos comentado, corresponde a documentos que son un corta y pega de otros Protocolos familiares, encontrados por internet. A menudo, estos para nada se ajustan a la necesidad de la familia empresaria.

En las franjas bajas también hemos encontrado algunos Protocolos familiares realizados por personas o empresas que no son especialistas en empresa familiar y que no abordan el proceso de Protocolo familiar como tal. El contacto con la familia es breve, muchas veces a través de cuestionarios y, al final, lo que acaban entregando, es un documento que, en el mejor de los casos, acaba en un cajón. Y es más, en muchas ocasiones, y hablamos con la autoridad de haber trabajado con muchas familias que habían pasado por la experiencia, las familias y empresas acaban dañadas por un mal asesoramiento.

En la franja alta hemos visto Protocolos familiares de grandes consultoras por los que también se paga por la marca y la estructura. También es cierto que, en estos casos, por norma general, el trabajo suele estar bien hecho.

Hemos dejado la franja media de precio del Protocolo familiar para el final, porque es donde encontramos las mejores propuestas de valor. En estas suelen intervenir varios consultores, cada uno conocedor de su disciplina, y se ofrece un asesoramiento a medida.

¿Cuál debería ser el precio del Protocolo familiar?

Por último, sí que nos gustaría hacer cinco recomendaciones relativas al precio, para los que valorando hacer un proceso de Protocolo Familiar:

1. Un proceso de Protocolo Familiar debe afrontarse como una de las mejores inversiones que puede hacer una familia empresaria. Hacer la elección del profesional o empresa pensando en coste, y no en inversión, puede salir muy caro.
2. Hay grandes profesionales y empresas de consultoría capacitados para hacer este tipo de trabajo, pero también hay mucho intrusismo en el sector. Antes de contratar, hay que pedir referencias. Esto os permitirá conocer más al proveedor del servicio, su metodología y si el Protocolo que se ha firmado, más allá del documento legal, os está sirviendo como herramienta de trabajo.
3. Antes de contratar, es importante conocer a los profesionales que participarán en el proceso y constatar que se genera una primera relación de confianza.
4. A la hora de comparar el precio del Protocolo familiar que supuestamente ofrecen diferentes empresas, aseguraos de que comparáis “peras” con “peras”. Es decir, que los servicios y dedicación ofertados son los mismos.
5. Si el coste es realmente un problema, antes de arriesgaros a hacer un Protocolo familiar “low cost”, una opción mejor es elegir a un proveedor que os inspire confianza y proponerle regular, a través de unos Pactos de familia, los dos o tres aspectos de las relaciones familia-empresa-propiedad que más os preocupan. Y, más adelante, acabar de completar los aspectos no regulados inicialmente. Esto sería hacer el Protocolo familiar de forma modular, con una inversión inicial inferior.

Una reflexión final sobre el precio

Cuando acabamos los procesos de Protocolo familiar, algunos comentarios que nos suelen hacer los clientes son: “no nos imaginábamos que detrás de un Protocolo familiar hubiera tanto trabajo”, “ahora podemos dormir más tranquilos”, … y esto nos da pie a acabar el artículo con una pregunta para los lectores. Si con el proceso de Protocolo familiar se consigue tener más probabilidades de continuidad, mayor eficiencia empresarial y armonía familiar, ¿hasta qué punto el precio del Protocolo familiar debe ser la principal razón de peso para elegir al proveedor de un servicio tan esencial para el devenir de la familia empresaria?