Respondiendo a la pregunta del título, no, no es lo mismo un Plan de sucesión que un Protocolo familiar. Del Protocolo familiar ya hemos hablado ampliamente en otros artículos. En esta ocasión, queremos ahondar en qué es y qué abarca un Plan de sucesión en una empresa familiar.
El Plan de sucesión es la hoja de ruta a seguir dentro de la empresa familiar para llevar a cabo y culminar con éxito el relevo generacional a la siguiente generación, así como mantener en la familia la propiedad. Como recomendación, hay que prepararlo con antelación e incluir un calendario aproximado de las distintas acciones a realizar en los próximos años (en el largo plazo). Pensad que el relevo no solo afecta al traspaso del liderazgo o a la transmisión de las acciones y/o participaciones, sino a la propia organización interna de la empresa familiar.
Es fundamental contar con el compromiso de todos los implicados en la elaboración del Plan de sucesión. Para ello, es importante que colaboren tanto la generación entrante como la saliente. También os aconsejamos contar con el asesoramiento de un especialista en empresa familiar que aporte el valor y la objetividad necesarias para llevar a cabo un proceso de este calado.
Etapas del plan de sucesión
Un Plan de sucesión engloba las cuatro etapas temporales que desarrollaremos a continuación. Tened en cuenta que los plazos que hemos indicado para realizar el relevo son orientativos.
Fases iniciales
- Planificación (1 año). La familia prevé y regula el proceso de relevo generacional, el cambio de liderazgo y las normas que deben regir la relación familia-empresa-propiedad en el futuro. Idealmente, la generación entrante estará en la órbita de los 25-35 años y la saliente alrededor de los 50-60 años. Durante esta etapa se consensúa y elabora el Protocolo familiar. Si se hace correctamente, este acuerdo marco generará confianza en la familia empresaria, aumentará la armonía familiar y será garante de la eficiencia empresarial.
- Preparación (5, 6 o 7 años). En esta etapa se darán los primeros pasos para dar paso a la nueva generación de la familia. El objetivo es pasar de ser una sociedad de fundador a una sociedad de hermanos o a un consorcio de primos. De forma paulatina, los sucesores irán adquiriendo más responsabilidades en la empresa familiar con el apoyo y supervisión de la generación saliente.
Culminación del proceso
- Traspaso (dos o tres años). Aquí se produce el efectivo traspaso de poder al sucesor o sucesores. Aun así, no implica todavía la salida de la generación saliente. Los padres y tíos todavía tendrán un papel activo en la gestión de la empresa familiar y pueden reservarse algunas tareas para sí.
- Retirada y jubilación (hasta alcanzar las edades límite fijadas en el Protocolo familiar). Por último, la generación anterior sale del negocio y se aleja del día a día, limitándose a participar y/o presidir los órganos de gobierno, desde los que seguirá influyendo en la empresa familiar desde la vertiente estratégica y ejerciendo funciones de representación.
En cuanto a la transmisión de las acciones o participaciones, no hay un momento más o menos indicado para realizarla. Es una cuestión fiscal que hay que estudiar en profundidad durante la etapa de planificación del Plan de sucesión. Vuestro consultor de empresa familiar es quien os podrá orientar mejor sobre qué es lo más adecuado a vuestra empresa y familia.