Elegir adecuadamente el momento para elaborar el Protocolo familiar no es una cuestión menor. En Family Business Solutions creemos que redactarlo en el momento óptimo es uno de los factores que garantizan que será útil para la familia empresaria y que la ayudará a lograr la continuidad de la empresa familiar, con eficacia empresarial y armonía familiar. A continuación, os contaremos por qué.
El mejor momento para elaborar el protocolo familiar
Hemos trabajado con más de 250 familias empresarias. Y, gracias a ello, hemos constatado que el mejor momento para elaborar el Protocolo familiar es cuando la siguiente generación ha entrado ya en la madurez y la generación saliente está acercándose a la edad de prejubilación.
Y si lo que queréis es saber una edad aproximada… Podríamos decir que los jóvenes tendrían que estar en la franja de los 25-35 años. Y los mayores en la órbita de los 55-60 años más o menos. Llegados a estas edades, nos atrevemos a decir que probablemente ya será un buen momento para elaborar el Protocolo familiar con el objetivo de que la siguiente generación se incorpore al negocio familiar, si así lo desea y empezar a planificar el relevo generacional.
Si lo redactamos en esta franja de edades, tendremos margen para que exista un periodo de cohabitación y trabajo común entre la generación entrante y la saliente. Esta etapa será muy provechosa para ambas generaciones y para lograr que la empresa familiar continúe.
En consecuencia, no sería óptimo redactarlo entre los cónyuges cuando los futuros sucesores son todavía niños o adolescentes. Pero tampoco tendría sentido hacerlo tan solo dos o tres meses antes de que la generación saliente se jubile. Recordad que, si elegís mal el momento para elaborar el Protocolo familiar, no podréis aprovechar todas las ventajas que podría aportaros. Y esto puede ocurrir tanto si lo redactáis demasiado pronto, como si empezáis demasiado tarde.
Errores frecuentes al elegir el momento para elaborar el Protocolo familiar
Nos consta, no obstante, que, si ya de por sí es difícil planificar el relevo generacional, todavía lo es más hacerlo justo en el momento óptimo. A veces, por miedo a que surjan los mismos conflictos que hemos visto en otras familias, cometemos el error de empezar muy pronto. De hecho, conocemos a varias familias que hace años “compraron” un Protocolo familiar puramente legal a modo preventivo, sin esperar a que hijos y sobrinos llegaran a la edad adulta. Y, después, se han dado cuenta de que era demasiado pronto, no se ajustaba a sus necesidades y, por ello, no les ha servido de mucho.
En la práctica, sin embargo, la gran mayoría de familias nos escriben cuando ya es bastante tarde. E, incluso, muy tarde o demasiado tarde. Son familias que no han encontrado el momento para elaborar el Protocolo familiar porque tenían problemas más urgentes, no querían abrir la caja de pandora, estaban esperando a encontrarse en un hipotético momento ideal, los mayores tenían miedo a jubilarse, implicaba una inversión económica y de tiempo…
Sea por la razón que sea, han postergado la planificación del relevo y han retrasado mucho el momento para elaborar el Protocolo familiar. Y cuando nos contactan es por un relevo generacional repentino, porque con la salida inminente del fundador se han desatado los conflictos, porque las tensiones familiares están empezando a afectar a los resultados empresariales…
Y llegamos al final de este artículo. Solo nos queda recomendaros que si todavía tenéis dudas sobre si ahora es el mejor momento para elaborar el Protocolo familiar nos contactéis para concertar una primera reunión gratuita y confidencial y obtener más información. Si detectásemos que lo aconsejable es dejar pasar un tiempo y esperar a que tengáis la madurez necesaria como familia empresaria, os lo diremos.