Las discusiones sobre la empresa familiar en Navidad, por mucho que desearía que no fuese así, no son algo infrecuente. Cada año, en enero, me encuentro por lo menos con una familia empresaria que me cuenta que en alguna de las comidas o cenas navideñas ha habido algún roce familiar por este motivo.
El detonante de las discusiones familiares suele girar entorno al compromiso, la dedicación al negocio, la falta de información de los familiares accionistas que no trabajan en la empresa familiar, los coches de empresa o el reparto de dividendos, entre otros temas. Hablar de estos asuntos siempre resulta complicado. Pero hacerlo delante de o con las parejas, cuñados, suegros y otra familia extensa, que en la mayoría de los casos tienen un conocimiento relativo del negocio, suele ser “un polvorín” que hace aflorar las emociones. Y si a ello le sumamos que lo habitual es haber tomado alguna bebida con alcohol, ya tenemos todos los componentes para que estalle una acalorada discusión sobre el negocio familiar.
Cómo evitar las discusiones sobre la empresa familiar en Navidad
Los roces o discusiones son algo normal en el día a día y si se gestionan bien no tienen por qué llegar a más. Ahora bien, las discusiones sobre la empresa familiar en Navidad para mí son preocupantes porque demuestran que hay algún tema empresarial no bien resuelto en el trabajo y que ha acabado estallando en un momento que debería ser para disfrutar de la familia. Además, estos conflictos pueden hacer que tanto la empresa familiar como el ambiente de trabajo se resientan tras las fiestas.
Mi consejo para evitar estos conflictos es no hablar sobre la empresa familiar durante las reuniones familiares en la medida de lo posible. Recordad que el sombrero que lleváis puesto es el de familiar y que estos momentos son para disfrutar de la compañía de la familia y para desconectar de la empresa. Pero en caso de que surja el tema, os recomiendo ser tolerantes y dialogantes así como medir bien las palabras y no dejar que cualquier comentario nos ofenda, para evitar ‘saltar’ con una mala respuesta.
Otra manera de reducir las posibilidades de que haya discusiones sobre la empresa familiar en Navidad es vigilar las distribuciones de las mesas en las cenas y comidas navideñas. Habría que evitar que personas con opiniones contrapuestas, con relaciones dañadas o que tienden a discutirse, se sienten juntas.
Y para acabar, solo me queda desearos unas tranquilas y felices fiestas con los vuestros y un próspero año nuevo.