La experiencia nos demuestra que cuando se actúa como un accionista responsable se evitan la mayoría de riesgos que acechan una empresa familiar. Un grupo de accionistas responsable, comprometido con el proyecto y con una visión compartida será generador de confianza y clave para la continuidad de la empresa familiar.
¿En qué se basa la propiedad responsable? El comportamiento de un accionista responsable se fundamenta en articular la visión compartida a largo plazo; planificar debidamente la propiedad, ocupándose de la formación y educación de las generaciones presentes y futuras; asegurar las estructuras de gobierno adecuadas, tanto en la familia como en la empresa; actuar como capital paciente y, sobre todo, en no descuidar el relevo generacional. Y todo ello sin olvidar dos valores sin los cuales es imposible que una empresa familiar trascienda en el tiempo: la confianza y el respeto.
Evidentemente la actuación como dueños responsables tendrá matices en función del rol que se ocupe en la familia empresaria (propietario trabajador, propietario administrador, propietario implicado, propietario pasivo, propietario inversor y propietario orgulloso). Pero siempre debe tener como mínimo común denominador el compromiso activo y a largo plazo con la familia empresaria, con el negocio y con la propiedad.
Decálogo del accionista responsable
A mi modo ver, estos son los 10 comportamientos que debería seguir un accionista responsable si lo que quiere conseguir es eficacia empresarial y armonía familiar:
- Cuando uno se convierte en socio de una empresa familiar, recibe un legado en préstamo que debe saber valorar, mantener y ayudar a desarrollar.
- Debe existir visión compartida a largo plazo. Esta visión es sobre el proyecto común que se comparte y también en relación con las expectativas que se tiene como dueño.
- Hay que asegurarse de que no existe contradicción entre los valores familiares y empresariales y que se promueven y respetan.
- Se deben desarrollar órganos de gobierno empresariales y familiares que permitan asegurar la eficacia empresarial y la armonía familiar. En ambos casos, siguiendo los códigos de buenas prácticas.
- Hay que entender que los puestos ejecutivos clave y los del Consejo de Administración deben estar ocupados por personas que aporten valor y que cumplan con los criterios de idoneidad para el puesto, sean o no de la familia.
- No se debe mandar desde la propiedad.
- La familia tiene que trabajar para que en cada momento exista un plan de relevo de las posiciones clave, tanto en los órganos empresariales como familiares.
- Se debe cumplir con las obligaciones legales y con los acuerdos que se tienen firmados como socios o que pueden afectar a la familia empresaria —Protocolo familiar, Pacto de socios, determinadas cláusulas testamentarias relativas a la transmisión de las acciones, etc.—.
- Es muy importante mantenerse formado en función del rol y capacitado para entender los indicadores financieros de la sociedad, aportando valor tanto en los órganos de gobierno empresariales como en los familiares.
- Hay que saber ser capital paciente.
¿Añadiríais algún otro comportamiento importante para ser un buen accionista responsable?
2 respuestas a “Decálogo del accionista responsable”
felicidades por vuestro articulo
Muchas gracias Antonio, nos alegramos de que te haya resultado de interés