Los conflictos familiares son responsables en buena parte de la tan alta mortalidad de las empresas familiares. Ya hemos comentado en otras ocasiones las alarmantes cifras del Instituto de la Empresa Familiar que indican que solo 33 de cada 100 negocios familiares consiguen llegar a la segunda generación de la familia. Y, de estos, únicamente 15 logran llegar a la tercera generación.
En realidad, los problemas a que se enfronta una empresa familiar, llevados al último extremo, son prácticamente los mismos, incluido el relevo generacional, que los de una compañía no familiar. Sin embargo, en este tipo de compañías, a la ya de por si difícil gestión de un negocio, debemos sumarle los conflictos familiares. El hecho de tener que gestionar las emociones y sentimientos derivados de trabajar con nuestra familia complica, si cabe todavía más, la continuidad del negocio.
¿Cuál es el origen de los conflictos familiares?
Los conflictos familiares en la familia empresaria suelen girar entorno a:
- El compromiso y la dedicación de los familiares con el negocio.
- La falta de visión compartida.
- El chantaje emocional y el nepotismo.
- La mala comunicación con la familia y en la empresa.
- Las dificultades del trabajo intergeneracional y entre hermanos y primos, con valores y maneras de entender la vida distintas.
- La posible presencia de familiares políticos y de familia extensa en el negocio.
Por otro lado, la gestión también es un motivo recurrente de conflicto familiar en algunas situaciones como:
- Porque las responsabilidades en el negocio son confusas.
- Cuando la generación superior no sabe delegar.
- Si no se informa a los familiares accionistas que no trabajan en el negocio.
- Cuando los familiares no actúan como accionistas responsables.
- En aquellas empresas familiares en que no se reparten dividendos.
- Porque no se han puesto en marcha órganos de gobierno que ayuden a clarificar roles.
Todos estos temas son sensibles y debemos tratarlos con cuidado y saber gestionarlos adecuadamente porque erosionan la empresa y la armonía familiar y pueden afectar al futuro de la empresa familiar. Ahora bien, es cierto que los conflictos familiares casi nunca tienen su origen en uno solo de todos estos motivos, si no que se trata de situaciones bastante más complejas, con roces y malentendidos previos que se han ido acumulando y arrastrando en el tiempo.
¿Cómo evitar que los conflictos familiares afecten la empresa familiar?
A las familias con las que trabajamos en Family Business Solutions les aconsejamos ser conscientes del sombrero que llevan puesto en cada momento y actuar en consecuencia. Es decir, si llevamos el sombrero de familiar actuar como familiares, y los mismo para el sombrero de empresario y el de accionista. Creemos que esta es una buena técnica para evitar que los conflictos familiares se trasladen a la empresa familiar. Ahora bien, soy consciente de que esto no es tan fácil porque en una empresa familiar, como parte de la familia trabaja en la empresa, y la que no también opina, suelen llevarse problemas de la empresa a la familia y viceversa. Y por esta razón es tan habitual confundir nuestro papel en cada momento.
Además, algunos estudios apuntan a que la mayor parte de la mortalidad en las empresas familiares se debe a conflictos familiares y en el relevo generacional, y no a problemas económicos o en el negocio como se podría pensar tras una crisis económica. Debemos ser conscientes de esta realidad y afrontar los problemas, anticipándonos a las situaciones conflictivas y trabajando de manera preventiva para evitarlas o para resolverlas antes de que se enquisten.
A menudo, los conflictos familiares suelen hacerse más visibles o acentuarse con el relevo generacional. Una vez la generación anterior, que actuaba como punto de equilibrio entre hermanos o primos, sale del negocio, estallan los conflictos familiares, poniendo en riesgo el futuro de la empresa familiar. Por esta razón, es muy recomendable planificar la sucesión y acordar por consenso en un Protocolo familiar o, en aquellas empresas de menor tamaño y complejidad, unos Pactos de familia.
El proceso de Protocolo familiar o de Pactos de Familia nos ayudará a fomentar las relaciones de confianza, a crear un ambiente propicio para el diálogo y a establecer las normas que deberán regir el relevo generacional y la relación familia-empresa-propiedad en el futuro. De esta manera conseguiremos prevenir, y resolver si surgen, los conflictos familiares y lograr la continuidad de la empresa familiar.