Hace unos meses comentamos algunos criterios para elegir al sucesor de la empresa familiar. Y hoy os hablaremos de un anti-criterio: la preferencia por el hijo primogénito en la empresa familiar.
La inmensa mayoría de las familias empresarias coinciden en que lo mejor para el negocio es elegir al sucesor de forma objetiva, según su valía personal y profesional. Sin embargo, nos consta que, en la práctica, a veces sucede que las familias no son del todo sinceras con ellas mismas a la hora del relevo generacional. Más veces de las que nos gustaría hemos visto como algunas se dejan influir por viejas costumbres, prejuicios o por elementos afectivos y emocionales.
El primogénito en la empresa familiar: Un criterio que estuvo muy extendido
Hoy os hablaremos de por qué el primogénito en la empresa familiar no tendría que ser sine qua non el sucesor. Es cierto que antaño, en la Edad Media, sí que existía la costumbre de que fuese siempre el primogénito varón el heredero de todos los bienes de sus padres, incluyendo los negocios. Se pretendía así preservar la unidad del patrimonio familiar. En Cataluña, a este hijo se le conocía como el “hereu” y era el llamado a ser el sucesor de su padre. En algunas familias, los hermanos pequeños también participaban en las empresas de los padres, aunque en un cargo secundario. Pero en casi ninguna se dejaba que las hijas tuviesen un rol significativo en la compañía o que heredasen acciones o participaciones. Esoe conllevaba una importante discriminación para las hijas.
¿Por qué existe esta costumbre? Por un lado, por prejuicios. Hace años se pensaba que las mujeres no tendrían el mismo compromiso con el negocio familiar que sus hermanos y que su rol era el de ser madres y amas de casa. Por otro lado, a veces hoy en día se mantiene “por comodidad”, ya que exime a los padres de tener que elegir a uno de los hijos para sucederle. Siempre se ha elegido al primero, algo que evita o “echa tierra” a los posibles conflictos en la familia y entre hermanos.
Evitemos las discriminaciones en la empresa familiar
Con base en nuestra experiencia, elegir al primogénito en la empresa familiar para heredarla y dirigirla única y exclusivamente por el hecho de haber nacido el primero y de ser un hombre es obviamente un gran error. Afortunadamente, cada vez menos familias empresarias se basan en el criterio del primogénito. Hoy en día muy pocas eligen al hermano mayor sin detenerse a evaluar su capacidad y méritos.
Coincidiréis con nosotros en que el orden de nacimiento (primogénito) o el sexo (el hombre de la casa) no deberían ser en absoluto criterios válidos para elegir al sucesor en la empresa familiar. Además de discriminatorio, puede desembocar en que el primogénito que tome las riendas del negocio no sea el más competente y capaz para liderar la empresa familiar. E, incluso, que asuma el relevo alguien sin el deseo de hacerlo.
Como hemos dicho otras veces: “Las acciones y las participaciones se heredan. El liderazgo y los cargos en la empresa familiar, no. Estos últimos hay que ganárselos”.
Si en algún momento os sentís abrumados ante el relevo generacional o necesitáis valorar cuál de vuestros hijos (el primogénito u los demás) es el más idóneo para sucederos, no dudéis en escribirnos. Nuestros consultores expertos en empresas familiares os aportarán una visión imparcial y profesional en el proceso de selección del sucesor y os acompañarán durante el relevo generacional.