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teoría de los vínculos

¿Cómo afecta la teoría de los vínculos a empresa y familia?

teoría de los vínculos

La teoría de los vínculos analiza por qué conforme crece el número de personas en una organización o departamento también crece la complejidad para gestionarlo y, a menudo, los equipos se vuelven menos productivos que cuando estaban formados por un menor número de personas. Lo dicho para equipos también es válido cuando pensamos en el número máximo de integrantes de una reunión para que esta sea efectiva. Esta teoría la explicaremos haciendo referencia a la empresa familiar, pero lo cierto es que es perfectamente extrapolable al caso de las empresas no familiares.

Para representar gráficamente la teoría de los vínculos, se dibuja una línea (línea de comunicación o vínculo) entre cada una de las personas que forman parte de la empresa familiar. Estas líneas de conexión evidentemente se van multiplicando conforme crece el número de personas implicado. Veámoslo a continuación con algunos ejemplos.

Qué dice la teoría de los vínculos

En una microempresa familiar en la que trabajan tres personas, la teoría de los vínculos nos dice que existirán tres vínculos entre ellas a modo de triángulo (ejemplo de la imagen). Es decir, habrá tres líneas de comunicación que mantener para asegurar que todo el mundo está alineado con la misión, la visión y los valores y que hay un espacio adecuado para generar comunicación efectiva y relaciones de confianza.

A la hipótesis anterior, con solo incorporar a una persona más a la empresa familiar y ser cuatro miembros, ya tendremos seis vínculos. El dibujo sería un cuadrado con líneas entrecruzadas entre sus puntas para unir a cada miembro con todos los demás. En una empresa familiar de 5, tendríamos un pentágono con 10 líneas de comunicación (ejemplo de la imagen). En una de 10, habría 45 líneas de interacción. En una de 14 miembros, ¡habría 91 vínculos! Y así sucesiva y exponencialmente.

La multitud de vínculos muestra la complejidad en la comunicación que se genera conforme se van añadiendo más personas a la empresa familiar, dado que esta se vuelve más difícil de gestionar. Con una mayor complejidad en los vínculos, el riesgo de pérdida de calidad en la comunicación, de pérdida de confianza, de aumento de malentendidos y de riesgo de conflictos aumenta.

Cómo mejorar los grupos de trabajo

El hecho de tener más líneas de comunicación a mantener requiere de más esfuerzo para comunicar, lleva a una mayor pérdida de información y dificulta que la comunicación fluya. Y a todo ello hay que tener en cuenta que no es solo el número de vínculos lo que influye, sino también el estilo comunicativo de cada uno.

Esto hace que, según la teoría de los vínculos, cuántas más personas se juntan en un equipo, más lento sea el proceso de toma de decisiones y menor sea la productividad. Esto significa que no por incorporar a más personas vayamos a ir más rápido, porque se genera una dificultad añadida en la gestión.

Volviendo al terreno de la empresa familiar, deberíamos tener en cuenta lo dicho hasta ahora para dimensionar los órganos de gobierno familiares y empresariales para que sean efectivos.

Ahora bien, es cierto que muchas veces o bien necesitamos incorporar a más personas para crecer y para motivar a los equipos, o bien necesitamos crear equipos de alto rendimiento capaces de ser muy ágiles y complementarios. ¿Cómo lo hacemos entonces? Lo más recomendable es establecer equipos de trabajo reducidos para simplificar esta complejidad y que sea más fácil de gestionar la comunicación.

Cuál es el número ideal de miembros de un equipo

Lo mejor es formar pequeños equipos multidisciplinares, dado que eliminan parte de esta complejidad y mejoran las líneas de comunicación, con un retorno inmediato en la productividad del equipo. Los equipos pequeños son más rápidos, se coordinan mejor y más fácilmente y saben exactamente en qué punto están los demás miembros. En empresa familiar sería el caso de las comisiones delegadas del Consejo de Administración o de familia.

Aunque es difícil establecer un límite al número de miembros en un equipo, lo cierto es que, en base a la teoría de los vínculos, a partir de 10-12 personas, la comunicación se complica. Este número sería el límite por sobre del cuál la complejidad y exigencia es muy elevada. Podríamos decir que un número ideal para un equipo sería de alrededor de 6-7 personas, si bien es algo que depende de cada empresa familiar. Para ser lo más ágiles posibles, quizá entre 3 y 6 sería incluso un número mejor.

Y cuando por algún motivo nos veamos obligados a reunir grupos superiores, como sería en el caso de una reflexión estratégica familiar, en la que participaran dos generaciones, tengamos en cuenta el perfil de la persona que lidera y coordina el grupo, ya que, en la mayoría de casos, dependerá de él o de ella que el grupo sea capaz de trabajar de forma efectiva.

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