Es cierto que cada vez hay más consciencia sobre la importancia de los Protocolos Familiares, pero aun así, es comprensible que cuando una familia empresarias se informa sobre el tema, encuentre tanta información que le surjan algunas dudas.
¿Quién interviene en el proceso de Protocolo Familiar?
Es altamente recomendable que en el proceso de Protocolo familiar se involucren todos los accionistas y futuros accionistas de la empresa familiar a partir de una edad pactada, independientemente de si participan o no en el negocio. A través del consenso, los accionistas y futuros accionistas deberán llegar a acuerdos satisfactorios para todos y comprometerse con ellos.
¿Tiene validez legal el Protocolo Familiar?
El Protocolo Familiar es un contrato privado que regula el relevo generacional y las normas que regirán la relación familia-empresa-propiedad en el futuro. Como todo contrato, obliga a sus firmantes a su cumplimiento, que a la vez se obligan a hacer extensivos los acuerdos y modificaciones a los documentos complementarios o de ejecución.
Por tanto, el Protocolo Familiar tiene validez legal y, como tal, ejerce una influencia jurídica en sus miembros. No obstante, no es menos cierto que el Protocolo Familiar es también un compromiso moral con uno mismo y con los demás miembros de la familia.
¿De media, cuánto tiempo se tarda en elaborar un Protocolo Familiar?
El Protocolo Familiar es un proceso con distintas fases y, como tal, requiere tiempo. Este instrumento jurídico se elabora a medida de la familia empresaria que lo está elaborando. Y es por esta razón por la que no hay una cifra exacta de días, semanas o meses que establezca cuánto tiempo se tarda en confeccionar un Protocolo Familiar.
Sin embargo y para que os hagáis una idea aproximada, sí que puedo deciros que, de media, los Protocolos Familiares requieren unos 9 meses desde que se empieza el proceso hasta que se termina, con la consiguiente firma del mismo.
¿En qué se diferencian los Protocolos Familiares de los Pactos de Familia?
A veces hay cierta confusión entre los Protocolos Familiares y los Pactos de Familia. Ambos son instrumentos jurídicos para regular el futuro de la empresa familiar y coinciden en que su elaboración es un proceso. Pero se diferencian en que el coste y el plazo de ejecución de los Pactos de Familia es menor.
En Family Business Solutions recomendamos utilizar los Pactos de Familia a aquellas empresas de dimensión más pequeña y con una menor complejidad que solo necesitan regular 2 o 3 temas concretos que les preocupan. Para ellas, elaborar un Protocolo Familiar completo podría resultar excesivo. En cambio, los Pactos de Familia son una herramienta perfectamente adecuada a su situación.