Queridos lectores, a menudo encontramos empresas dirigidas a disgusto por sucesores que nunca se atrevieron a manifestar su deseo de dedicarse a actividades diferentes a la de dirigir el negocio familiar.
La experiencia nos demuestra que en la mayoría de casos en los que se da esta circunstancia, la persona acaba siendo infeliz tanto a nivel profesional como a nivel personal. Además, en los puestos que llevan asociada la responsabilidad en la gestión, suele pasar que la compañía se resiente.
Dirigir el negocio familiar sin vocación
Imaginad por un momento la frustración de aquella persona que quería ser artista, biólogo, antropólogo, médico o cualquier otra profesión y que, en cambio, por “lealtad” al fundador o a la familia, consagra toda su vida a dirigir el negocio familiar sin vocación alguna. Seguro que tendremos disparidad de opiniones sobre si optar por el sacrificio personal en aras del supuesto beneficio familiar es lo correcto. Pero, a nuestro entender, las personas deben sentirse libres y tomar las decisiones sin estar condicionados por “falsas lealtades”.
En casos así, el conflicto suele aparecer tarde o temprano. Especialmente surge en momentos en los que la gestión requiere no sólo esfuerzo y trabajo, sino los dotes del emprendedor y el liderazgo que permita seguir avanzando la compañía y haciendo que esta se vaya adaptando a las necesidades de cada momento.
Antes hablábamos de insatisfacción personal, pero también añadiríamos insatisfacción colectiva. Al final otros familiares tal vez más capacitados se acaban dando cuenta de las limitaciones o falta de ilusión del principal gestor. Y, lo que es más grave, también lo perciben los empleados. Al final, esto genera desconfianza en los diferentes niveles de la organización.
Una persona desubicada profesionalmente y que por la razón que sea acaba dirigiendo el negocio, difícilmente puede dar el plus que la familia empresaria necesita para que la empresa pueda seguir creciendo con éxito.
Nuestro consejo desde Family Business Solutions es: comunicación sincera, humildad, saber entender y aceptar el rol y limitaciones de cada uno, dejar volar a los hijos y sobretodo, vigilar las decisiones de vida y trabajo fruto de las “falsas lealtades”.
4 respuestas a “Papa, ¿qué hago dirigiendo la empresa si en el fondo yo siempre quise ser …?”
Soc sociòloga i em sento molt reflectida amb el que diu tot i que també és cert que possiblement m’estic guanyant molt més bé la vida en el negoci familiar.
Molt agraït pel seu comentari Laura.
El que diu vosté li sol passar a molta gent i si es viu de forma positiva, genial!
Aquest post vol ser una crida perquè la gent tingui llibertat per decidir i valor a l’hora de parlar, amb sinceritat, de les aspiracions laborals ja sigui dins o fora del negoci familiar.
Muy interesante y cierto el post Ricard, pero al hablar de falsas lealtades pienso que chocamos frontalmente contra la naturalización, invisibilización y buena acogida social en la que suelen recrearse.
Frecuentemente los ámbitos en que se mueven las falsas lealtades son territorios complejos y para poder afrontarlos hace falta agudizar el umbral de percepción y un plus de toma de conciencia para poder salvar el menosprecio y los sentimientos de culpa que pueden generar.
Al final para poder verter un poco de verdad, se necesita un contenedor suficientemente capaz para poder acogerla.
Muchas gracias Carmen por tu atinada aportación que añade valor a mis comentarios y que son fruto de ver muchos hijos de empresario «desposicionados» en el trabajo e infelices a nivel personal.