Para evitar falsas expectativas, empezaremos este artículo avisándoos de que determinar el precio de la empresa familiar es una de las cuestiones más complejas, controvertidas y difíciles de establecer que existen. Basta con leer asiduamente las noticias económicas para conocer casos de familias empresarias que han tenido duros enfrentamientos y que incluso han llegado a los tribunales porque no conseguían ponerse de acuerdo en la valoración. Lamentablemente, uno de los casos más recientes y también más sonados fue el de los hermanos Font, de la empresa Bonpreu…
Acordar un método de valoración en el Protocolo familiar
Por suerte o por desgracia, es prácticamente imposible saber con exactitud cuánto vale una compañía, puesto que es un valor que fluctúa en el tiempo. Es a raíz de ello que surgen los conflictos. Precisamente por lo difícil y sensible que puede llegar a ser establecer el precio de la empresa familiar, nosotros recomendamos recoger este punto, al igual que el derecho de separación de un socio, en el Protocolo familiar.
En la regulación del capítulo de la propiedad, es posible acordar el mecanismo de valoración de las participaciones o acciones y las normas relativas a la transmisión de la propiedad. Para nosotros es muy importante establecer cuál es el llamado valor razonable, que no deja de ser la cifra resultante de aquello acordado en el Protocolo.
Regular este punto es, si cabe, todavía más relevante en caso de que detectemos que no hay visión compartida en la propiedad y que restablecerla es imposible. De esta manera, si más adelante surgen las discrepancias entre los accionistas familiares, los firmantes estarán obligados a atenerse al criterio de valoración fijado de antemano o a acudir al tasador elegido. Todo ello probablemente facilitará las reuniones y negociaciones posteriores, puesto que ya se habrán pactado previamente las guías que servirán para determinar el valor de la compañía.
En el peor de los casos, si los desacuerdos no se resuelven, tener previstas cláusulas sobre el precio facilitará que la familia pueda vender el negocio. O, también, que un socio se separe sin dañar la armonía familiar y que realmente puedan quedarse en el negocio los que sí tienen visión compartida, mediante la compra de las acciones o participaciones de los otros socios.
La tasación empresarial como método para conocer el precio de la empresa familiar
Para acabar este artículo, nos detendremos en la tasación empresarial. Con el objetivo de que la valoración sea lo más objetiva, certera y justa posible, existe la posibilidad de acudir a expertos independientes que nos ayuden a establecer el precio de la empresa familiar de una forma imparcial. El valor resultante de la tasación, en el caso de que exista la posibilidad de separación o en caso de discrepancia, será el precio que vinculará a todas las partes.
Lo más importante aquí es escoger quién será la persona que realizará la valoración. La familia empresaria puede acordar de antemano en el Protocolo familiar el profesional o profesionales que realizará/n la valoración o el método y/o criterios para elegirlo cuando sea necesario. Recordad que una tasación efectuada por un profesional cualificado es, en teoría, una de las técnicas más precisas para determinar el valor de las acciones o participaciones en el momento en que se desencadene la necesidad.
Es cierto que en una tasación siempre hay un componente subjetivo. Y que, además, hay aspectos difíciles de cuantificar, como la proyección de futuro del negocio, la competitividad percibida y/o la capacidad de crecimiento de la compañía. A pesar de ello, si están bien hechas, las tasaciones elaboradas por profesionales distintos deberían concluir que el precio de la empresa familiar está dentro de un mismo rango.