El entorno de las empresas ha cambiado de forma significativa en los últimos años. Las empresas se encuentran con consumidores más sensibilizados, legislaciones más estrictas, un evidente cambio climáticos y con sistemas de producción globalizados. Y todo ello sin olvidar la necesidad de atraer y retener un equipo humano comprometido con la empresa familiar.
Una buena comprensión de este nuevo entorno puede aportarnos beneficios estratégicos. En definitiva, puede ayudarnos a construir empresas más eficientes, rentables y sostenibles. Pero de todos estos elementos, vamos a dedicar este artículo al equipo humano de la empresa familiar.
Cómo conseguir un equipo humano comprometido con la empresa familiar
Todos hemos oído en alguna ocasión que “el principal activo de la empresas son las personas…” Esta frase la hemos utilizado tanto, que ya se ha convertido en un tópico. Y, desde mi punto de vista, merece un análisis especial.
Toda compañía que tiene éxito ha sido capaz de conseguir el equilibrio de las satisfacciones de accionistas, clientes y empleados.
Muchas veces, se vincula la satisfacción del empleado a la remuneración y esto es un error. El empleado precisa de otros elementos para sentirse bien tratado y fiel a la compañía. Ser escuchado por sus superiores, que se tenga en cuenta sus opiniones e inquietudes, que se reconozca no sólo sus errores si no la calidad del trabajo buen hecho
son puntos clave y en muchas ocasiones pueden ser más efectivos que un incremento salarial.
Es importante que el Director de la empresa familiar pasee por la compañía y que no se quede encerrado en su jaula de cristal. Así mismo los directivos deben aprender a escuchar a sus equipos de manera que estos se sientan parte del proyecto.
No me quisiera olvidar de la importancia de “la comunicación interna en la compañía”, que es fruto de la mayoría de conflictos en el centro de trabajo. Las empresas deben hacer un esfuerzo en que ésta fluya de forma adecuada. Es importante buscar los mecanismos para que la gente se sienta involucrada en el proyecto. Hay que hacer que toda la organización sepa por qué estamos aquí y dónde queremos estar los próximos años. Compartir determinados aspectos e indicadores de la marcha de la compañía contribuye a que la gente trabaje con más interés y que estén más involucrados.
Tratar bien a las personas no es signo de debilidad. Todo lo contrario. Es la mejor y más económica inversión que se puede hacer para, con los mismos recursos humanos, obtener mejores resultados y retener el talento de la compañía. En definitiva, es la única manera de conseguir un equipo humano comprometido con la empresa familiar.