El papel que jugará la empresa familiar en la recuperación económica, social y laboral, tras la pandemia de la Covid-19, será primordial. En Family Business Solutions estamos completamente seguros de ello y, a continuación, os explicaremos los motivos.
Algunas cifras sobre el rol de la empresa familiar en la recuperación
Los últimos quince meses han sido una prueba de fuego para la resiliencia de las empresas familiares, que han tenido que adaptarse repetidamente a confinamientos y restricciones. Muchas de ellas han conseguido superar estos méses tan difíciles e, incluso, en el 93% de los casos han podido mantener el empleo durante la pandemia, según KPMG.
Por otro lado, según datos de la Associació Catalana de l’Empresa Familiar, en Cataluña las empresas familiares representan el 88% del tejido empresarial, el 76% de la ocupación privada y el 68% del valor añadido de la economía. Además, los últimos datos aportados por el Instituto de la Empresa Familiar de 2016 indican que en España hay 1,1 millones de empresas familiares, que ocupan a 6,58 millones de personas.
Queremos poner en valor todas estas cifras, que demuestran el importante rol que creemos que jugará la empresa familiar en la recuperación y que, muchas veces, se pasa por alto. Estos datos demuestran que las empresas familiares son el principal motor de emprendeduría, creación de empleo y generación de beneficios en nuestro país. La naturalesa familiar y la visión a largo plazo que tienen estos negocios es un factor muy positivo y supone un valor competitivo diferencial que ayudará a salir de esta crisis.
El relevo generacional, el gran riesgo de las empresas familiares
La vertiente negativa, como sabéis, es que muy pocos negocios familiares logran transmitirse a la siguiente generación. Los problemas de continuidad y de sucesión los vemos aparecer ya en las generaciones más tempranas. Una mala sucesión es uno de los grandes riesgos que acechan a las empresas familiares y que hacen peligrar su futuro. De hecho, las estadísticas apuntan a que, aproximadamente, solo el 33% de las empresas familiares sobreviven a la transición de primera a segunda generación. Y, de estas, menos de un 50% (13 de cada 33 empresas) consigue pasar de la segunda a la tercera generación de la familia.
La alta mortalidad se debe, en buena parte, a no planificar adecuadamente el traspaso del negocio a la siguiente generación. De hecho, estimamos que 1 de cada 2 empresas familiares todavía no ha consensuado la forma en que se producirá el relevo generacional. Esta improvisación supone un riesgo para el futuro de la empresa familiar.
Por ello, para garantizar la continuidad y el papel de la empresa familiar en la recuperación, siempre recomendamos consensuar con antelación un Protocolo familiar. En el mismo, la familia regulará el traspaso a la siguiente generación y las normas que deberán regir la relación familia-empresa-propiedad en el futuro, de manera que se facilite su continuidad.
Nos gustaría leer en comentarios vuestra opinión al respecto. Contandos cuál créeis que será el rol de la empresa familiar en la recuperación. ¡Os leemos!
Una respuesta a “Empresas familiares, el motor de la recuperación”
[…] buena muestra de ello. Las empresas familiares, como motor económico del país, han impulsado la recuperación económica cada vez que el contexto se ha complicado. Y, en efecto, es algo que ocurre con frecuencia. Nuestro […]