He escuchado muchos tópicos sobre la empresa familiar a lo largo de estos 10 años en que me he dedicado a la consultoría de empresas familiares. Imagino que los que pertenecéis a una familia empresaria también habréis escuchado muchas de estas creencias tan repetidas e inculcadas en nuestro pensamiento y en nuestra sociedad, pero que a menudo no responden exactamente a la realidad.
En este artículo he recogido algunos de estos tópicos sobre la empresa familiar y me dispongo a desmentirlos. He escogido 5 de ellos, pero aceptaré encantado otras sugerencias de tópicos sobre la empresa familiar para analizar más adelante.
Desmintiendo tópicos sobre la empresa familiar
- «La primera generación funda la empresa familiar, la segunda la hace crecer y la tercera la destruye». No negaré que en algunos casos este tópico se cumple. Sin embargo, no hay que olvidar que las mayores cifras de mortalidad en la empresa familiar se dan en la transición de la primera a la segunda generación (aproximadamente el 70%).
- Las empresas familiares no están profesionalizadas. No creo que este tópico sobre la empresa familiar sea cierto. Aunque hay algunas empresas familiares no profesionalizadas, conozco a muchas que son referentes en profesionalización o que están dando los pasos necesarios para conseguirlo.
- El nepotismo en la empresa familiar impide progresar a los trabajadores no familiares. Este tópico está muy ligado con el punto anterior. No puedo negar que el favoritismo por los miembros de la familia existe en algunas familias empresarias. ¡Pero no en todas! El nepotismo es algo que hay que trabajar. Y creo que, a medida que se profesionaliza el negocio, va perdiendo incidencia, y van ganando fuerza los méritos y la formación.
- Las empresas familiares no innovan. Es cierto que morir de éxito y no cambiar es un riesgo en la empresa familiar. Pero también hay muchos negocios familiares que apuestan por innovar, reinventarse y modernizarse. Por tanto, he aquí otro tópico falso. Y lo mismo pienso del tema de la internacionalización.
- Los sentimientos familiares entorpecen la gestión de la empresa. Coincido plenamente en que mezclar familia y empresa conlleva algunas dificultades relacionadas con el papel que juegan las emociones en la empresa familiar y que se suman a la ya de por sí complicada gestión de un negocio. Ahora bien, las emociones y los valores también pueden ser positivos. Por ejemplo, la unidad familiar, la confianza entre los miembros de la familia, la generosidad, la constancia, la honradez o la visión a largo plazo son sentimientos que ayudarán a la continuidad de la empresa familiar.